Nos encontramos ante uno de los tíos más raros, desagradables, espeluznantes y denterosos que ha dado nunca el rock. Y sin embargo, su imagen de ultratumba unida a sus ritmos industriales, pesados y contundentes le han dado mucho éxito.No tanto con canciones propias, que las tiene y bastante buenas, como Beatiful People o No Reflection, pero sobre todo sus magníficas versiones como este increíble Sweet Dreams de Eurythmics, o el Personal Jesus de Depeche Mode, y su cover más curioso, el Tainted Love de Soft Cell.
En definitiva, Brian Warner (y no Paul Pfeiffer, llamado en realidad Josh Saviano), ha sabido comercializar lo industrial y dotar a canciones ya conocidas de su impronta personal y onírica.
Sweet dreams are made of this..!